Hace tiempo que quería ponerme a hacer esta receta, ya que mi madre antes la hacía más a menudo, pero como más me gustaba era con brota. Ese es el nombre que le damos aquí en Canarias, pero no sé si este pescado tiene otro nombre en la península, si alguien lo sabe que me lo diga. Al bacalao todavía no he conseguido encontrarle el punto, mi madre lo suele dejar muy seco y yo creo que esta vez se me ha pasado un poco. Ella casi siempre usa el salado y yo lo he hecho congelado, así que no sé si eso tendrá algo que ver, así que agradezco asesoramiento de las expertas.
INGREDIENTES:
1 kilo de lomo de bacalao (el mío era congelado)
2 cebollas (una roja y otra blanca)
1/2 pimiento rojo
2 tomates
1 cucharadita de pimentón
1 chorrito de vino (lo ideal sería blanco, no quedaba, así que fue tinto)
harina
aceite
sal
PREPARACIÓN:
1. Secar bien el pescado y enharinarlo. Dorarlo en la sartén con un poco de aceite vuelta y vuelta. Reservar.
2. En el mismo aceite, pochar las cebollas y el pimiento cortados en juliana no muy fina, con un poquito de sal.
3. Cuando esté dorado, añadir el tomate cortado en trozos. Dejar que se deshaga en la fritura.
4. Añadir el vino y dejar evaporar. Echar el pimentón y mezclar bien.
5. En el último momento, incorporar el bacalao y dejar unos minutos para que se mezcle con la salsa.
Y ya está listo para comérselo con unas papitas arrugadas. Eso sí, espero consejo de expertas sobre el tiempo. A mi la textura no me terminó de convencer, pero creo que fue porque era pescado congelado.